Y es que así es el Oriente de Cuba, en cada porción que vas descubriendo parece que te está esperando un sitio más impresionante y maravilloso que el anterior. Y sus gentes, con ese sentido de la hospitalidad y una candidez particular, aglutinan los ingredientes ideales para sentirse en familia, para no querer irte nunca.
Por eso es importante disfrutar cada minuto de esta experiencia, y es que Cuba es irrepetible, y sus playas, inolvidables.